La familia Felidae se compone de dos subfamilias: Felinae y Pantherinae. La primera alberga a los felinos de tamaño mediano y pequeño, como los ocelotes, los linces y los servales, mientras que la segunda contiene a los felinos más grandes y capaces de proferir sonoros rugidos. Los tigres, los leones, los jaguares, los leopardos de las nieves y los leopardos son animales que superan el tamaño de muchos otros felinos, por lo que son llamados coloquialmente “grandes gatos” o “grandes felinos”.

Están adaptados a la vida en una amplia diversidad de hábitats, que abarca desde los desiertos hasta las selvas y las zonas montañosas. No obstante, prefieren las regiones con una buena cobertura vegetal que les permite acechar a sus presas con toda comodidad.

Son criaturas carnívoras y en algunos casos superdepredadores, al estar posicionados en la parte superior de la cadena alimentaria y carecer de depredadores. La mayoría se alimenta de la carne de animales ungulados como los ciervos, aves, roedores como las liebres, reptiles y hasta escarabajos. Como nadadores, son buenos; como cazadores, son excelentes: les basta con propinar una fuerte mordida en el cuello de la víctima para romper la columna vertebral y provocar la muerte rápida. El jaguar, en particular, tiene la mordida más fuerte de todos los felinos y se especializa en la perforación del cráneo.

Se cree que los gatos evitan al máximo el contacto con el agua. Si has intentado bañar a un gato doméstico, puedes asentir. Pero en realidad varios felinos en estado salvaje son excelentes nadadores, como el jaguar, el leopardo e incluso el tigre. Una presa que se adentra en las aguas no es una presa perdida para ellos si tienen unas poderosas patas y una gran habilidad para nadar.

Verás, los felinos tienen habilidades diferentes entre sí. El guepardo es el animal terrestre más rápido del mundo y su velocidad no tiene comparación, pero es a la vez un contrincante menor para felinos más fuertes como el leopardo, que puede arrastrar presas más grandes que él hasta lo alto de los árboles. Otros, como los linces, se regodean con su capacidad para saltar y atrapar aves al vuelo.

Si un alce puede ser depredado, imagina qué otros animales más pequeños también. Muchas personas temen a los felinos. Sus largos dientes caninos, sus garras afiladas, su cuerpo generalmente robusto y el poderoso rugido que emiten algunos alimentan la impresión que causan en los seres humanos. A esto se agrega la belleza de su pelaje y de su andar elegante.

Los gatos son criaturas hermosas, pero también amenazadas. Casi todos enfrentan algún grado de peligro en estado salvaje y las poblaciones experimentan una tendencia a la reducción. Los tigres, aunque alabados en muchas partes del mundo, son profundamente temidos en algunas partes de India por matar animales de granja e incluso a los lugareños. En consecuencia, muchos de ellos van en su búsqueda para darles caza.

Esto ocurre con muchos felinos. En la mayoría de los casos es resultado de factores como la competencia por las presas, la invasión del hábitat de los felinos y otros problemas de índole social. Sin embargo, esto ha contribuido a empeorar la situación de los felinos. Por ejemplo, el lince ibérico es el felino más amenazado del mundo y quedan apenas dos poblaciones que pueden reproducirse exitosamente.

La presencia de los gatos tiene una importancia esencial para el mantenimiento del equilibrio de los ecosistemas, al controlar la población de ungulados y otros animales que forman parte de su dieta. En adición, son animales carismáticos que han vivido en el planeta durante miles de años y merecen un lugar mejor. ¿No lo crees?

El mundo de los felinos es fascinante, interesante y se puede aprender mucho de él. ¡Estás en el sitio indicado para conocerlos!