Reproducción del Puma
Hábitos reproductivos de Puma concolor
Como muchos otros mamíferos, el puma es un animal polígamo, que se aparea con múltiples parejas a lo largo de su vida. Algunos han reportado hembras monógamas, pero esta condición no está confirmada.
Los pumas son animales eminentemente solitarios, pero desde luego, necesitan interactuar con otros individuos durante la temporada de reproducción y en el caso de las hembras, durante el período de cuidado de sus crías. En condiciones normales cada individuo posee un territorio, pero los machos defienden terrenos considerablemente más grandes que los de las hembras. Estos dominios suelen estar superpuestos no con el de una, sino con los territorios de varias hembras a la vez para garantizar su eventual apareamiento. Si un macho no ha establecido una zona de dominio, no puede aparearse.
El apareamiento puede ocurrir durante cualquier época del año, si bien en las regiones del norte de su área de distribución sucede con más frecuencia entre diciembre y marzo. La hembra alcanza la madurez sexual a los 1.5-3 años, mientras que el macho, en promedio, la alcanza al tercer año de edad.
Usa la orina y las heces para marcar su territorio y atraer al sexo opuesto, aunque ellas también emiten unos sonidos fuertes y distintivos. Los partos suceden cada 2 o 3 años, aunque este tiempo puede ser menor. Una hembra sexualmente madura permanece en celo durante unos 8-9 días, durante los cuales vocaliza constantemente y se frota a sí misma contra los objetos que tiene a su alcance. Si un macho la detecta, se acerca y comienza a oler los genitales femeninos.
La cópula suele durar apenas unos instantes o menos de 1 minuto, pero se repite varias veces más durante el mismo encuentro. El récord de frecuencia que ha sido registrado corresponde a una pareja que copuló 9 veces durante 1 hora. Tras la cópula el macho se separa de la hembra, pues los miembros de la especie no establecen vínculos permanentes más allá del de las madres con sus crías.
Un lindo gatito
El período de gestación de Puma concolor es de 82-91 días (puede extenderse hasta 96 días) y la hembra da a luz en el interior de una cueva o refugio una camada de entre 1 y 6 crías de más de 200 gramos de peso que, sorprendentemente, nacen con un suave pelaje moteado que se desvanece conforme crecen. Al término del parto la hembra lame a sus crías para limpiarlas, y éstas comienzan a alimentarse de leche materna poco tiempo después. Nacen con los ojitos cerrados, pero éstos se abren unos 10 días después del parto.
Si los pequeños nacen muertos o la hembra los pierde de alguna manera, generalmente vuelve a entrar en período de celo unas cuantas semanas posteriores. Si pasan 6 ciclos de celo sin que exista apareamiento, el ciclo se interrumpe durante unos 2 meses y vuelve entrar en celo. Uno de los factores que suele impedir el éxito reproductivo de los pumas, tanto en estado salvaje como en cautiverio, es el estrés crónico.
La madre es la única que se encarga del cuidado de la camada y protege a sus crías con suma dedicación e incluso agresividad. Como muchos gatos domésticos, los pequeños pumas son sumamente juguetones. Comienzan a ser destetados a partir de los 3 meses edad y se aventuran a salir de la guarida para acompañar a su madre en las actividades de caza. Esto es una oportunidad para que ellos aprendan a hacerlo, pero durante los primeros meses en que comienzan a consumir alimentos sólidos es la madre quien caza para ellos.
Las crías permanecen al lado de la hembra hasta los 2 años de edad, aproximadamente, pero por lo regular los machos lo hacen antes que las hembras.