Ocelote
Leopardus pardalis
Este pequeño felino es notablemente parecido a un gato doméstico y su pelaje exhibe colores similares al del jaguar. El ocelote recibe su nombre común de la palabra ocelotl, del idioma náhuatl.
Aunque relativamente pequeño, es el miembro más grande del género Leopardus y se le han reconocido 10 subespecies: Leopardus pardalis pardalis, L. p. aequatorialis, L. p. albescens, L. p. melanurus, L. p. mitis, L. p. nelsoni, L. p. pseudopardalis, L. p. puseaus, L. p. sonoriensis y L. p. steinbachi.
Descripción
Morfología. Un ocelote puede ser identificado por su cuerpo esbelto, sus ojos pequeños, sus orejas redondeadas, sus grandes patas delanteras y su cola más corta que las patas traseras.
Peso y tamaño. Es un animal ligero cuyo peso ronda los 8-18 kilogramos. Generalmente mide de 68 a 100 centímetros de longitud, aunque algunos individuos pueden superar esta medida. El dimorfismo sexual está presente en el ocelote, ya que el macho adquiere mayores dimensiones que la hembra.
Coloración. Su pelaje es corto y suave, salpicado con manchones oscuros sobre un fondo amarillo rojizo o hasta gris. La cabeza posee dos evidentes franjas oscuras que se extienden desde los ojos hacia el dorso del cuerpo y dos rayas horizontales paralelas en cada mejilla. Detrás de cada oreja se encuentra una marca blanca redonda llamada ocelo.
La zona inferior del cuerpo presenta una coloración más clara que el resto del cuerpo.
Hábitat y distribución
Los ocelotes se encuentran desde el este y sur de México, a través de Centroamérica y hasta el noreste de Argentina y el sur de Brasil y Uruguay. Su rango incluye las islas de Margarita y Trinidad e incluso una pequeña región al norte del río Grande en Estados Unidos.
Existe mucha diversidad de hábitats, pues pueden encontrarse en todo tipo de bosques tropicales, en matorrales espinosos, bosques de manglares, sabanas, pantanos, pastizales y marismas costeras. Por lo general prosperan en terrenos elevados a 1,200- 3,800 metros sobre el nivel del mar.
Los hábitats de esta especie requieren densa cobertura vegetal.
Comportamiento del ocelote
Es por naturaleza un animal solitario y nocturno que pocas veces puede avistarse en su entorno natural. Escurridizo, pero altamente territorial: el ocelote marca su dominio por medio del rocío de la orina, y si algún animal osa acercarse, puede atacar para defender el territorio.
Si durante la noche se dedica a cazar, durante las horas del día prefiere recostarse entre la hierba para dormir o simplemente descansar.
Alimentación del ocelote
Este pequeño felino es un carnívoro que basa su estrategia de caza en su habilidad para escalar árboles y nadar. Se alimenta de aves, pequeños mamíferos, reptiles, peces, moluscos y crustáceos acuáticos. Los roedores son los mamíferos más consumidos al representar el 65-66 por ciento de su dieta. Después de éstos los reptiles representan el 12-18 por ciento y entre el 7 y el 12 por ciento de su dieta consiste en peces y crustáceos.
Ocasionalmente incluye insectos especies medianas como pecaríes, monos, armadillos y hasta venados.
El ocelote detecta presas con su sensible olfato y sigue el rastro para dar con ellas. Cuando captura al animal lo consume en el sitio donde lo mató y después entierra los restos.
Reproducción
El territorio de un macho incluye a 2 o 3 hembras reproductoras con las que tiene oportunidad de aparearse. Es una especie polígama que se reproduce 1 vez cada 2 años en cualquier época del año. En ciertas partes de América el pico de nacimientos ocurre en una época específica, lo que sugiere que el apareamiento también ocurre con mayor frecuencia durante un período determinado. Por ejemplo, en México, Estados Unidos, Argentina y Paraguay la mayoría de los nacimientos ocurre en otoño e invierno.
El período de gestación dura aproximadamente 70-85 días y la hembra da a luz en una cueva o refugio. Tiene que cambiar de lugar periódicamente a sus crías para evitar que los depredadores los encuentren y los maten. Las crías son amamantadas por un lapso de tiempo de 3-9 meses. Adquieren su talla de adulto entre los 8 y los 10 meses de edad.
Amenazas y conservación
Leopardus pardalis estaba considerado una especie “Vulnerable” hasta principios de la década de 2000, pero en la actualidad figura en la categoría “Preocupación Menor” en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Sus principales amenazas son la pérdida y fragmentación de hábitat y la caza para comerciar con sus pieles, su captura para mantenerlo como mascota y su matanza perpetrada por el ataque a animales domésticos. Afortunadamente es una especie protegida en la mayoría de los países donde se distribuye.