Estructura Social del León
¿Felinos sociables?
Así es, los leones son los únicos felinos salvajes que viven en grupos llamados manadas. Mientras los demás felinos llevan una vida solitaria, la mayoría de los leones pasan su existencia en compañía de otros individuos.
La formación de manadas confiere algunas ventajas para la especie: a) mejor protección del territorio, b) facilidad en la crianza de los cachorros, c) mejor coordinación y éxito en la caza y d) seguridad en caso de lesiones o incapacidad física. Dichas ventajas pueden sintetizarse en la supervivencia, la reproducción y la caza exitosa, en pocas palabras, que son “todos para uno y uno para todos”.
Sin embargo, la convivencia grupal no está basada en la empatía. Los machos que se introducen en una manada suelen matar a los cachorros lactantes para asegurar su propio éxito reproductivo, ya que una vez que la hembra pierde sus cachorros vuelve a estar en celo y es el león nuevo quien tiene la posibilidad de aparearse con ella.
La estructura social de Panthera leo es compleja, pero no parece existir una jerarquía. Los leones que conforman manadas son residentes y sus grupos están formados por unas 6 hembras emparentadas, sus crías y una coalición de 2 o 3 machos residentes. Estos machos son quienes compiten para aparearse con las hembras de la manada y sus compañeros de coalición normalmente son sus hermanos. Ellos tratan de permanecer al margen de las interacciones sociales y el cuidado de las crías pero se unen cuando es la hora de alimentarse.
La unidad social es básicamente un matriarcado; los machos son expulsados una vez que alcanzan la adultez y cuando los machos más grandes comienzan a verlos como una amenaza, por lo que tienen la necesidad de adherirse a otro grupo. Las hembras tienden a quedarse en su manada natal en tanto se hacen mayores.
El tamaño promedio de una manada es de 4-6 adultos, pero el número de miembros depende de la región donde se encuentre. Por ejemplo, en los Parques Nacionales Kruger y Serengeti el promedio de miembros es de 13.
Crianza y defensa conjunta
A pesar de conformar grupos sólidos, las manadas son sociedades de fusión-fisión y pocas veces todos los miembros permanecen juntos, puesto que se dispersan en todo el rango de territorio sin ir más allá. Por supuesto, las crías siempre permanecen junto con su madre. Para facilitar las labores de crianza, las hembras de la manada acostumbran sincronizar sus hábitos reproductivos de tal manera que muchas o todas pueden tener crías lactantes al mismo tiempo.
Los cachorros son objeto de cuidado de todas las hembras del grupo y pueden ser amamantados por cualquiera de ellas, pero siempre tiene preferencia por el cachorro propio, naturalmente. Todas las hembras cooperan para proteger a las crías de la matanza que los machos dominantes suelen perpetrar y al mismo tiempo se encargan de cazar para alimentarse. La mayor parte de las veces son las hembras quienes realizan la persecución de la presa aunque el macho se reserva el derecho de comer primero.
La defensa del área de la manada también juega un papel importante. Primordial, más bien. Ellas evitan la competencia y las peleas físicas y se involucran activamente en la defensa del territorio contra la intrusión de hembras de otras mandas. El comportamiento territorial del león obedece a la necesidad de acceder a fuentes de agua, a refugios donde mantener a las crías a salvo de depredadores y a terrenos abundantes en presas. En una región prolífica en presas durante todo el año se encontró una manada de 20 individuos, lo que confirma la última aseveración.
Leones vagabundos
Algunos individuos no se adhieren a una manada de residentes y se les considera nómadas. Son leones que fueron excluidos de sus manadas natales o jóvenes que buscan formar una, por lo que vagan solos o en compañía de otro individuo.