Puma

Introducción sobre los pumas

De Norteamérica a Sudamérica, el puma camina desde hace miles de años. Se pasea sigiloso por las montañas y los desiertos, y caza presas con una mezcla de elegancia y ferocidad. Muchas culturas le profesan admiración, y otras más le temen.

Puma, león de montaña, pantera, león americano y otros nombres comunes. De todos los animales, los felinos son los que despiertan una fascinación especial en la gente, un interés general y una empatía característica. El puma es parte de la familia Felidae y de la subfamilia Felinae, y pese a su portentosa estructura física, es considerado más cercano a los felinos pequeños.

De nombre científico Puma concolor, se yergue exhibiendo un corto y suave pelaje de color uniforme que se convierte en blanco en la zona inferior de su cuerpo y parte de su rostro. Sus patas son fuertes y relativamente largas, perfectas para soportar sus ágiles saltos al cazar. Es un animal relativamente fácil de identificar, aunque los cachorros pueden ser una excepción: durante sus primeros meses de vida poseen manchas redondas en su pelaje, que se borran paulatinamente.

El puma tiene un amplio rango de distribución. Puede encontrarse desde Canadá hasta Chile y Argentina, en una variedad de hábitats muy grande. Es capaz de sobrevivir en los desiertos áridos hasta las montañas de los Andes y las regiones nevadas de Argentina. Se trata de un animal sumamente adaptable, todoterreno, que ha aprendido a superar las dificultades de su entorno.

Evidentemente, no todos los pumas son iguales. En todo el continente existen oficialmente 6 especies, de acuerdo con estudios genéticos: puma del este de América del sur (Puma concolor anthonyi), puma argentino (Puma concolor cabrerae), puma del
norte de América del sur (Puma concolor concolor), puma centroamericano (Puma concolor costaricensis), puma de América del norte (Puma concolor couguar) y puma del sur de América del sur (Puma concolor puma).

Sea cualquier especie, mantiene una dieta de carne. Cazadores natos, los pumas suelen practicar la misma técnica de muchos otros felinos: acechan silenciosamente a su presa, quizá se acercan unos cuantos metros hacia ella, y una vez listos, sorprenden a la víctima con un salto que incluye uñas y dientes. Ya en su poder, asestan un fuerte mordisco en el cuello o en la base de la nuca para que el animal muera. Lista esta primera parte de su tarea de alimentación, arrastra el cadáver y puede comenzar a comer, o bien lo entierra para regresar a consumirlo horas después.

Las madres son las encargadas de enseñar todo esto a los pequeños pumas. Y claro, el instinto ayuda. Los pumas hembra son madres dedicadas y defienden ferozmente a sus crías. Las camadas suelen ser de 1 a 6 pequeños, que son cuidados sin la colaboración del padre.

Los cuidados parentales son más importantes en un presente atestado de amenazas. Sí, los pumas son depredadores, pero enfrentan más amenazas provenientes de las acciones de los seres humanos. Cuando una persona se encuentra sola y a merced de uno de estos impresionantes felinos, puede sentir mucho temor. Pero las personas representan más peligro para los pumas que éstos para las personas. La caza deportiva, la degradación y pérdida de hábitat, el agotamiento de sus fuentes de alimento y los accidentes de tránsito son solo algunas amenazas que afectan su supervivencia en la naturaleza. Hace algunos ayeres, la población de pumas del este de Norteamérica desapareció casi por completo, y hoy quedan apenas unos cuantos individuos en el estado de Florida, Estados Unidos.

Retomar la importancia de los pumas como parte de la fauna americana es elemental para la toma de conciencia que lleve a mejorar y ampliar los esfuerzos de conservación. Conoce a los pumas, aprende sobre sus características, lee su evolución y sé parte de su conservación.