Guepardos y Humanos
Por lo general, los felinos siempre han encantado a los seres humanos. Los guepardos forman parte de esos animales que han establecido relaciones con las personas, en tanto éstas los han incorporado a su vida mediante su crianza y domesticación.
La inclusión de Acinonyx jubatus a la vida del hombre se remonta a las civilizaciones más antiguas. Quizá la belleza de su cuerpo y su elegancia al andar llamaron la atención de las personas, aunadas a su increíble capacidad para correr a velocidades rápidas. En Egipto ya se les domesticaba y mantenía como mascotas; eventualmente fueron entrenados para ayudar a los cazadores en la captura de animales que frecuentemente eran gacelas.
Los hombres del Imperio Sasánida, que corresponde al último gran imperio iraní antes de la conquista musulmana, también entrenaron a los guepardos para cazar gacelas. Para evitar que gastaran su energía, y al igual que los egipcios, subían a los guepardos en la parte trasera de un caballo y cuando se encontraban cerca de la presa, los bajaban para una captura rápida. Los felinos eran muy eficaces al hacer esto, y se convirtieron en preciadas posesiones de las altas jerarquías. Muchas veces, estas actividades de caza fueron representadas en vasijas y otros objetos de cerámica, algunos de los cuales todavía se conservan.
Durante gran parte de la antigüedad los guepardos fueron símbolo de estatus y de elegancia, al ser asociados con la realeza y las actividades de caza de ésta. Se dice que famosos e importantes gobernantes como Gengis Kan y Carlomagno poseían varios ejemplares en sus palacios, y de un gobernante mogol, Akbar el Grande, se decía que tenía 1,000 guepardos en su dominio. Por supuesto, los guepardos de este último eran individuos de la subespecie asiática, que hoy enfrenta el peligro crítico de extinción. En épocas más recientes, el emperador Haile Selassie de Etiopía fue visto en numerosas ocasiones con un guepardo sujeto a una correa.
Incluso en tiempos actuales algunas personas domestican guepardos. Casos de personas en posesión de guepardos pueden ser vistos en la web, en televisión y en otros medios, y aunque en muchos no se han suscitado hechos desafortunados, en otros los guepardos han atacado a los humanos o éstos han incurrido en maltrato animal.
¿Cómo es posible que estos felinos originalmente salvajes puedan convertirse en animales capaces de convivir con los seres humanos? Considera que la característica más sobresaliente de los guepardos es su velocidad al cazar. Están hechos para sobrevivir con base en su velocidad, y no en su fuerza. Si en su hábitat natural los intrusos como los leones y las hienas se atreven a arrebatarles su presa, no tienen más remedio que alejarse, ya que carecen del poder físico para enredarse en una pelea con animales más fieros, fuertes y ágiles. Por lo tanto, ha sido menos difícil domesticarlos.
Es un deber recordar que las interacciones de los guepardos (son animales salvajes) no están exentas de problemas. Se han producido algunos ataques hacia los seres humanos y éstos a su vez han aprovechado su poder para manipular la especie. Se les ha dado caza para aprovechar su piel y otras partes de su anatomía, se les ha confinado en zoológicos y otros lugares para servir como atracción y se les ha capturado con el propósito de disponerlos para el tráfico ilegal, ya que algunas personas afines a las “mascotas exóticas” desean mantener guepardos.
En la cultura popular, son menos famosos que los tigres y los leones, pero han aparecido en numerosas obras de arte, como en las pinturas Baco y Ariadna de Tiziano, La caricia de Fernand Khnopff y Guepardo con dos asistentes de la India y un ciervo de George Stubbs. En la literatura aparecen en Our friend Yambo (Nuestro amigo Yambo), la biografía de una pareja que adoptó a un guepardo, así como en la novela infantil How it was with domos, de Xan Hopcraft y Carol Cawthra Hopcraft, que aborda la relación entre un chico y un guepardo huérfano.
How it was with domos basó una película con el título Dumas, estrenada en 2005 con críticas positivas pero escasa difusión. Quizá menos conocida es Cheetah (Guepardo), una película de la factoría Disney que narra la historia de unos jóvenes que en su estadía en Kenia adoptan una hembra guepardo y más adelante luchan por salvarla de unos cazadores furtivos. La cinta también tuvo influencias de la novela de los Hopcraft.
Los más jóvenes podrían reconocer a Cheetara, un personaje basado en el guepardo que aparece en la serie de dibujos animados Thundercats y a Chester cheetah o Chester cheetos, el personaje que figura en los empaques de las conocidas frituras. En la serie de videojuegos Spyro para Playstation aparece también un guepardo llamado Hunter, específicamente en Spyro 2: Ripto’s rage! (Spyro 2: la rabia de Ripto).
Como ves, el guepardo no es un animal lejano para la imaginación del ser humano. Cierto es que la relación entre ambos evidencia problemas que afectan la supervivencia del guepardo, pero también existen muchas personas preocupadas por su conservación.